Publicado en Productividad, Sin categoría, Vida cotidiana

Por un diente empezar debes

Desde hace bastante tiempo soy seguidora de Zen Habits, un blog sobre minimalismo, productividad y buenos hábitos creado por Leo Babauta, joven originario de Guam que pasó de ser una persona obesa, estresada, sedentaria y consumista a abandonar el lado oscuro de la fuerza y transformarse en una especie de Yoda vegano adicto a la meditación, el running, el contacto con la naturaleza y la seda dental.

Sí, como lo leéis: el autor destaca que entre sus costumbres pretéritas y nefastas estaba el prescindir de ese hilillo que, colocado entre diente y diente, desvela sin pudor toda la porquería bacteriológica que acumulamos tras cada comida.

Pero, ¿por qué coloca ese “pecado” sin importancia al mismo nivel que el de la pereza y la gula? Supongo que será porque por la boca muere el pez, ¡así que será mejor mimarla!

Si os están entrando ganas de incorporar el cuidado bucodental a vuestra vida, no os preocupéis, porque Zen Habits os trae la solución gracias al método kaizen, de origen japonés y de eficacia testada para adquirir o eliminar cualquier hábito (¡arigatou gozaimasu, pueblo nipón!).    

En palabras de Yoda, tendríais que seguir este mandamiento: “por un diente empezar debes, pues cada paso diminuto ha de ser”.

Nada de venirse arriba y aplicar el hilo sin contención a colmillos, premolares y paletas, ¡que al día siguiente vuestro cerebro se rebela! Sé que suena un poco ridículo, pero no lo es tanto si pensamos en la de veces que uno empieza a tope comiendo cinco piezas de fruta al día y madrugando para correr cinco kilómetros para luego jurar que no vuelve a pasar por una experiencia así.

Así que, lo dicho: ¡un pequeño paso pa’ tu diente, y un gran paso pa’ tu bienestar! 😉